Top Toolbar

 

Crecimiento y pubertad

GRUPO OBJETIVO:
ADULTOS
NIÑOS
 

Pasar por la pubertad puede ser una época confusa para los adolescentes. A medida que los niños se convierten en adultos jóvenes pueden pasar por cambios emocionales y físicos, algunos de los cuales pueden ser atemorizantes para una persona con un trastorno hemorrágico. Las niñas tendrán su primer periodo durante la pubertad y necesitarán tener consideraciones especiales debido a su trastorno hemorrágico. Efectivamente, puede ser la primera vez que ese trastorno se vuelva evidente. Los niños pueden pasar por un periodo de crecimiento rápido que necesite ajustes en la cantidad de factor que requieren.

Aunque puede ser una época exigente, los niños y niñas pasando por la pubertad pueden manejar sus trastornos hemorrágicos de manera exitosa mientras embarcan en una nueva etapa de sus vidas.

Esta sección de Siguiente paso ofrece información importante para padres y para preadolescentes y adolescentes acerca de cómo la pubertad puede afectar específicamente a niños y niñas con trastornos hemorrágicos.


Crecimiento y pubertad

La pubertad es una época de cambios físicos, sociales y emocionales muy dramáticos. Estos cambios pueden afectar el tratamiento de su hijo, ya que los cambios de peso afectan la dosis de factor necesaria para el tratamiento. También, las niñas puede necesitar medicamentos para manejar los periodos menstruales fuertes (llamados menorragias). En algunos casos, los síntomas de un trastorno hemorrágico pueden no notarse hasta que llega la pubertad y la adolescencia.

Esta sección de Siguiente paso cubrirá:

Efectos de la pubertad en niñas con trastornos hemorrágicos

Para una niña, su primer periodo puede marcar un hito en su desarrollo físico y ser una señal de su transformación en mujer; pero también puede ser confuso y atemorizante, en especial si tiene un sangrado menstrual fuerte (llamado menorragia) debido a su trastorno hemorrágico. Algunas mujeres solo notan los síntomas de un trastorno hemorrágico debido a un sangrado fuerte o anormal durante sus periodos o después del parto.

Si no se diagnostican y tratan de forma adecuada, los trastornos hemorrágicos en las mujeres pueden ser peligrosos. Diagnosticar una condición de manera temprana y correcta puede prevenir complicaciones, tales como sangrados largos o inesperados luego de una cirugía, accidente, procedimiento dental o el parto, y prevenir un procedimiento innecesario como una histerectomía. Ya que los trastornos hemorrágicos como la enfermedad de von Willebrand (VWD) son principalmente hereditarios, los otros miembros de la familia deberían considerar examinarse.

Si desea obtener más información, vaya a Enfermedad de von Willebrand.

Las siguientes son algunas señales que pueden indicar un periodo menstrual fuerte:

  • Sangrar por más de 7 días, desde el inicio hasta el último día de menstruación.
  • Salida abundante o a borbotones de sangre que limita las actividades diarias, como actividades sociales, escolares o hacer ejercicio.
  • Paso de coágulos de sangre más grandes que una moneda de veinticinco.
  • Cambiarse un tampón y/o toalla sanitaria cada hora o menos en el día de sangrado más abundante.

Puede ser necesario monitorear a su hija para cualquier síntoma de anemia debido a los periodos fuertes.

Estas son algunas señales de la anemia:

  • Debilidad
  • Cansancio (también llamado letargo)
  • Palidez (también llamado palor)

El impacto emocional de los periodos fuertes

Los sangrados menstruales fuertes (llamados menorragias) pueden ser muy estresantes y afectar de manera negativa la calidad de vida de una niña. Los periodos largos y fuertes pueden interferir con la actividad física, deportes, eventos sociales y actividad sexual. Pueden ser particularmente estresantes para las niñas que se preocupan de poder controlar el sangrado en público. Las niñas adolescentes con periodos menstruales fuertes pueden sentirse excluidas o aisladas.

Hablar abiertamente acerca de la menstruación puede ser incómodo tanto para los padres como para las hijas. Sin embargo, estas charlas son importantes y pueden ayudar a las niñas a sentirse independientes y seguras.

Las siguientes son algunas sugerencias para ayudar a su hija a manejar los periodos fuertes de manera exitosa:

  • Consulte en la sede local de hemofilia o Centro de Tratamiento de Hemofilia (HTC) para conocer acerca de programas especiales para niñas con trastornos hemorrágicos. Algunas sedes ofrecen eventos exclusivos para que las niñas puedan formar lazos, aprender acerca de su condición y obtener consejos acerca de cómo tratar los periodos fuertes.
  • Solicite folletos y materiales de su sede local de hemofilia o HTC.
  • Puede ser útil hacer saber a su hija lo que se considera como un sangrado menstrual normal:
    • La cantidad de toallas sanitarias o tampones que se utilizan típicamente.
    • La cantidad de días que dura un periodo normal.
    • La cantidad de sangre que debería esperar.
    • La duración y cantidad de sangrado menstrual para una niña con un trastorno hemorrágico como la enfermedad de von Willebrand (VWD).
Si desea obtener más información, vaya a ¿Qué es un periodo normal?
  • Discuta cualquier ansiedad que pueda tener acerca de sus periodos fuertes, en especial si ha crecido viendo a su mamá, hermana u otra familiar pasar por sangrados fuertes.
    • Si usted también tiene un trastorno hemorrágico, es conveniente contarle a su hija acerca de su experiencia y compartir con ella sus estrategias de manejo.
  • Prepare a su hija para sus periodos mensuales.
    • Obtenga un suministro personal de productos de higiene femenina.
      • Cómprele una bolsa bonita para que lleve estos productos.
    • Ayúdela a repasar sus planes para el día y resolver cómo va a hacer para cambiar su protección higiénica varias veces al día.
    • Hable acerca de cómo manejar accidentes.
    • Motívela a cambiar sus tampones regularmente.
    • Pídale que mantenga un registro del número de toallas sanitarias o tampones que utiliza.
      • Esto ayudará a su médico a determinar cuánto está sangrando.
  • De ser necesario, hable con el personal de la escuela de su hija acerca de su trastorno hemorrágico; ellos deberían poder ayudarla a facilitar el acceso al baño y mantener un cambio de ropa en su casillero.
Si desea obtener más información, vaya a Cómo involucrar al personal y maestros de la escuela.
  • Hable acerca de los calambres menstruales.
    • No tome aspirina o ciertos medicamentos antiinflamatorios (NSAID), incluyendo el ibuprofeno y naproxeno, pues pueden interferir con la coagulación.
    • Hable acerca de opciones alternativas para el alivio del dolor con los proveedores de atención médica del HTC o un ginecólogo. Medidas sencillas, tales como tomar un baño caliente o colocar una botella de agua caliente o una compresa eléctrica sobre el abdomen, pueden ayudar a aliviar la molestia.
  • Motive a su hija a hacer ejercicio. Los periodos no deberían de interferir con ser activa y participar en los deportes. Se ha demostrado que el ejercicio alivia los calambres. El ejercicio aeróbico produce beta-endorfinas, que son los analgésicos naturales del cuerpo.
  • Incluya a su hija en las consultas con el hematólogo y proveedores de atención médica del HTC acerca de cualquier dificultad que pueda tener y cómo se puede preparar para los periodos menstruales fuertes. Un ginecólogo con experiencia tratando trastornos hemorrágicos debería poder ayudar.
Los padres y proveedores de atención médica deben informar a las niñas que los periodos fuertes pueden ser manejados.

Efectos de la pubertad en niños con trastornos hemorrágicos

Durante la pubertad, es normal que los niños tengan períodos de crecimiento rápido. Estos cambios drásticos en peso y altura pueden afectar cuánto factor necesitan. Este crecimiento rápido también puede ocasionar dolores y torpeza, que puede llevar a caídas y lesiones.

Imagen corporal y autoestima

La imagen corporal es muy importante durante la preadolescencia. Los preadolescentes y adolescentes comienzan a prestar más y más atención a su apariencia y frecuentemente se comparan con sus compañeros. Pueden preguntarse cómo su trastorno hemorrágico afecta su apariencia física, funcionamiento y movilidad. Los niños adolescentes pueden ser muy sensibles acerca de su imagen corporal y sentido de masculinidad. Para una mujer joven en desarrollo con un trastorno hemorrágico, el sangrado menstrual excesivo puede tener un serio impacto psicológico sobre su imagen corporal y autoestima.

Si un trastorno hemorrágico afecta la apariencia o atrae atención indeseada, los niños tienen mayor riesgo de sufrir conflictos emocionales. Pueden sentirse cohibidos acerca de sus moretones, marcas de jeringas o articulaciones inflamadas. Necesitar muletas o una silla de ruedas puede empeorar los sentimientos de ser distinto.

Recuerde a su hijo que es un ser humano normal que solo resulta que tiene un trastorno hemorrágico.

Ayude a su hijo a enfocarse en sus fuerzas, no en sus debilidades o limitaciones físicas.

Los siguientes son algunos consejos para ayudar a su hijo a desarrollar la autoestima:

  • Anime a su hijo a expresar sus sentimientos acerca de su trastorno hemorrágico y su tratamiento.
  • Promueva la actividad física segura.
    • La participación en actividades físicas y deportes es una manera importante de fomentar la independencia, el trabajo en equipo y mejorar la autoestima e imagen corporal.
  • Ayude a su hijo a identificar las características y habilidades que mejoren su autoestima.
  • Ayude a su hijo a lidiar con las reacciones negativas de otros.
  • Ayude a su hijo a ver el trastorno hemorrágico como tan solo un aspecto de su imagen corporal.