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Actividad física

GRUPO OBJETIVO:
ADULTOS
NIÑOS
 

Tener un trastorno hemorrágico no quiere decir que un niño tenga que evitar las actividades deportivas o el ejercicio. Solo quiere decir que tienen que tener cuidado acerca del tipo de actividades que escogen y usar algo de precaución. Es ser físicamente activo no solo ayuda a mantener un cuerpo sano, pero también provee una oportunidad para los niños de socializar y establecer metas.

Escoger el deporte adecuado es esencial para las personas con trastornos hemorrágicos. Los padres y niños deberían seguir las recomendaciones de la Fundación Nacional de Hemofilia para actividades seguras y hablar con el equipo de su Centro de Tratamiento de Hemofilia (HTC) si tienen alguna pregunta.

Por supuesto, los padres e hijos deben saber cómo reconocer y tratar una hemorragia que pueda ocurrir como resultado de la actividad física, al igual que cuándo se puede reanudar la actividad. Con la actividad y precauciones adecuadas, los niños y adolescentes pueden estar seguros, divertirse y disfrutar la experiencia de las actividades individuales o en equipo.

Esta sección de Siguiente paso proporciona información importante acerca de:

  • Trastornos hemorrágicos y deportes
  • Cómo escoger el deporte y ejercicio adecuado
  • Comunicación y precauciones
  • Tratamiento inmediato de las lesiones
  • Ejercicio después de las hemorragias

Cómo mantenerse físicamente activo y seguro

En Primer paso, aprendió que la actividad física es importante para todos, en especial para las personas con trastornos hemorrágicos. En general, produce beneficios físicos, psicológicos y sociales; y para las personas con trastornos hemorrágicos, ayuda a reducir el peso y proteger las articulaciones.

Si desea obtener más información, vaya a Actividad física.

Esta sección de Siguiente paso cubrirá:

¿Pueden practicar deportes las personas con trastornos hemorrágicos?

¡Sí! Practicar deportes ayuda a los niños, en especial a aquellos con trastornos hemorrágicos, a sentirse bien consigo mismos y con sus cuerpos. Los juegos y deportes son partes de la niñez. Los niños los eligen por lo emocionantes que son, por las amistades y la competencia. Los beneficios físicos, sociales y emocionales que recibirá su hijo por participar en estas actividades debería aliviar cualquiera de sus preocupaciones. Hay un gran rango de actividades físicas, desde deportes tradicionales, como el tenis, a otras formas de ejercicio, como el yoga. Sin importar su elección, estar físicamente activo es bueno para cualquiera. Practicar deportes puede mejorar el equilibrio, la tonificación muscular, la calidad de sueño y la postura.

¿Cuáles son los deportes y ejercicios adecuados para mi hijo?

La mayoría de deportes y otras actividades físicas tienen un nivel de riesgo. Por lo tanto, antes de que su hijo comience algún deporte, hable con su equipo del Centro de Tratamiento de Hemofilia (HTC).

Las siguientes son algunas cosas que considerar al escoger su deporte o ejercicio:

  • Ejercicio luego de las hemorragias
  • Historial de hemorragias
  • Causa de las hemorragias
  • Estado de las articulaciones

Cómo hacerlo de manera segura con la hemofilia

Como la mayoría de los niños, aquellos con trastornos hemorrágicos quieren poder divertirse jugando y haciendo deportes. Comparta este video animado con su hijo y mire cómo dos hermanos y sus amigos, todos con hemofilia, se sienten acerca de estar físicamente activos manteniéndose seguros.

 
 

Este video fue desarrollado por la división de trastornos hemorrágicos de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) en colaboración con HANDI de la NHF y ICF International.

Cuando debe escoger un deporte, no hay una opción que funcione para todos.

Basándose en el estado de salud específico de su hijo, el fisioterapeuta del HTC puede ayudarlo a escoger el mejor deporte y determinar cómo reducir los riesgos asociados con la actividad. (Sin embargo, los deportes de contacto físico como el fútbol y el hockey no son recomendables para las personas con trastornos hemorrágicos.) Incluso si su hijo no tiene problemas específicos, un programa de entrenamiento antes de iniciar un deporte le puede ayudar. Es especialmente importante el prepararse de antemano si su hijo tiene músculos o articulaciones específicas que estén débiles. Eliminar esas debilidades puede tomar tiempo.

Cómo escoger el deporte adecuado

La Fundación Nacional de Hemofilia ha publicado Cómo hacerlo de manera segura , un folleto que califica los riesgos de una gran variedad de deportes y actividades. Contiene un gráfico útil para ayudarlo a usted y a su hijo a decidir en qué actividad y deporte participar. También es necesario considerar la gravedad y el historial hemorrágico de su hijo y evaluar el riesgo de la hemorragia para cada actividad. Su equipo del Centro de Tratamiento de Hemofilia (HTC) lo puede ayudar a tomar decisiones informadas acerca de qué actividades son las mejores.

Un niño con un trastorno hemorrágico nunca debiera seguir la filosofía de no hay dolor, no hay ganancia.

La comunicación honesta es la clave

La comunicación honesta y abierta es importante. Puede ayudar incluir a su hijo en discusiones acerca de los deportes para que pueda aprender a jugar con cuidado, reducir el riesgo de lesiones y responder a una lesión. Recuerde a su hijo que es muy importante hacerle saber si tiene una hemorragia. Esconder una hemorragia o lesión puede ser muy peligroso.

Comuníquese con los entrenadores, maestros de educación física e instructores de ejercicio de su hijo para que entiendan su condición, los riesgos y cómo ayudar a su hijo si sufre algún problema. Mientras habla con su hijo y sus entrenadores o maestros de educación física, enfatice la importancia de ser incluido: su hijo tiene el derecho de participar en clases de educación física. A veces las modificaciones pueden ser necesarias, ¡pero un niño con un trastorno hemorrágico todavía puede divertirse!

Si desea obtener más información acerca de actividades seguras, vaya a Publicaciones de la NHF.

Los siguientes son algunos consejos que tener en cuenta mientras motiva a su hijo a participar en deportes, ejercicio y otras actividades físicas:

  • Juegue una posición en el equipo o deporte que tenga el menor riesgo de lesión (por ejemplo, jardinero en vez de receptor o parador en corto en el béisbol)
  • Use zapatos con soporte.
  • Use protectores bucales o cascos de ser necesario.
  • Proteja las articulaciones con soporte adicional, como rodilleras, coderas, muñequeras, cinta adhesiva y acolchamiento.
  • Asegúrese de hacer ejercicios de calentamiento antes de jugar y de enfriamiento y estiramiento luego de jugar.
  • Recuerde: TÉCNICA R.I.C.E. (descanso, hielo, comprimir, elevar) en caso de una lesión y para tratar de manera rápida y adecuada.
Para aprender más, vaya a R.I.C.E.
¡Juegue inteligentemente! Es la manera sabia de reducir el riesgo de lesiones.

¡El tratamiento rápido de las lesiones es importante!

Enseñe a su hijo tempranamente cómo reconocer una hemorragia. Debe enfatizar que una lesión puede causar una hemorragia con o sin sangre visible.

Si desea obtener más información, vaya a Cómo identificar los diferentes tipos de hemorragias.

Un aviso sobre las lesiones a la cabeza

Las hemorragias dentro o alrededor del cerebro pueden amenazar la vida o resultar en un daño cerebral permanente. Por esto es que una lesión grave a la cabeza, cuello o columna necesita un reemplazo de factor inmediato, al igual que una tomografía y evaluación por parte de un profesional de atención médica.

 

Señales y síntomas de una hemorragia en la cabeza incluyen:

 
  • Vómitos frecuentes
  • Irritabilidad
  • Sueño
  • Dolores de cabeza
  • Confusión

Estas señales y síntomas pueden no manifestarse hasta muchos días luego de la lesión.

Si desea obtener más información, vaya a Cómo identificar los diferentes tipos de hemorragias.

Si su hijo tiene un trastorno hemorrágico leve o recibe terapia profiláctica, puede que nunca haya sufrido un episodio hemorrágico y no conozca las señales de advertencia de una hemorragia. Sin embargo, todo niño con un trastorno hemorrágico debería conocer las señales y síntomas de una hemorragia, tales como el cosquilleo, burbujeo o una sensación cálida y dolorosa. Asegúrese de que su hijo sepa avisarle a un adulto de inmediato si se lastima o cree que puede tener una hemorragia.

Ejercicio después de las hemorragias

Luego de que su hijo haya tenido una hemorragia, puede no estar seguro de cuándo puede regresar a hacer deportes o ejercicio. Las lesiones necesitan tiempo para recuperarse. Su hijo no debería participar en actividad física vigorosa mientras la articulación o músculo lesionado se recuperan. Los niños que regresan a hacer deporte demasiado pronto puede sufrir lesiones graves luego de lesiones leves.

Su Centro de tratamiento de Hemofilia (HTC) puede ayudarlo a determinar cuándo es seguro que su hijo regrese a las actividades normales. Un fisioterapeuta puede ayudar a recuperar el funcionamiento y proteger las articulaciones y músculos de más lesiones. Por el momento, su hijo puede ejercitar otras partes de su cuerpo mientras la articulación o músculo lesionado se recuperan.