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Planificación familiar

Ya sea que usted sea un hombre o mujer con un trastorno hemorrágico, o una portadora del trastorno, puede que aún quiera tener una familia. Tener un trastorno hemorrágico no significa que no pueda tener una familia. Sin embargo, necesitará más planificación y previsión de lo que necesitan las personas sin trastornos hemorrágicos.

Esta sección de Asuntos de salud sexual y reproducción ofrecerá un resumen de:

Investigar y discutir sus opciones

El primer paso que debería tomar es hablar con su pareja acerca de qué es lo que quiere y qué opciones tienen disponibles. Puede que quiera seguir su conversación con una cita con el personal de su Centro de Tratamiento de Hemofilia (HTC) y un asesor genético que pueda clarificar más sus opciones. En general, las opciones para parejas en las que uno o ambos tienen un trastorno genético incluyen:

La IUI evita la cerviz y coloca el esperma directamente dentro del útero, donde el óvulo puede ser fecundado.

La IVF extrae tanto los óvulos como los espermas de la pareja y los combina en un platillo Petri, donde el óvulo puede ser fecundado. Los óvulos fecundados, llamados embriones, pueden luego ser transferidos hacia el útero de la mujer.

  • Los métodos tradicionales,, en los cuales las relaciones sexuales sin protección podrían llevar a un embarazo.
  • La tecnología para reproducción, incluyendo la inseminación intrauterina (IUI, por sus siglas en inglés) y la fecundación in vitro (IVF, por sus siglas en inglés).
  • La adopción, un proceso legal en el cual los padres biológicos pierden los derechos y obligaciones legales del niño y se crean nuevos derechos y obligaciones entre las personas que adopten al niño. Existen muchos tipos de adopción, incluyendo la adopción internacional o doméstica, así como cuando se conoce a los padres biológicos (conocida como adopción abierta) o donde no (conocida como adopción cerrada).

Concepción con el VIH

Las parejas donde el hombre tiene un trastorno hemorrágico y el VIH también pueden tener hijos.

Las siguientes son algunas de las opciones disponibles:

  • El lavado de esperma, en el cual el esperma se separa del semen que transporta el VIH, es el primer paso. Luego, por medio de cualquier tipo de método de la tecnología para reproducción , el esperma se utiliza para fertilizar el óvulo, que puede llevar a un embarazo.
    • El esperma puede ser colocado dentro de la cerviz por medio de un proceso llamado inseminación intracervical (ICI, por sus siglas en inglés).
    • El esperma puede ser colocada dentro del útero, por medio de un proceso llamado inseminación intrauterina (ISI, por sus siglas en inglés).
    • Un solo esperma lavado puede ser colocado dentro de un solo óvulo de la mujer, un proceso IVF llamado inyección intracitoplásmica de espermatozoides (ICSI, por sus siglas en inglés). Si se lleva a cabo la fecundación, el embrión es transferido dentro del útero con la esperanza de que ocurra un embarazo.
  • La esperma proveniente de donantes, en la cual el esperma de un hombre sin VIH es insertado dentro del tracto genital de la mujer (ya sea por medio de inseminación artificial, en la cual el esperma es depositado dentro de la vagina de la mujer, o pasa por un lavado de esperma y es usado para una inseminación intrauterina [IUI] o para efectuar una inyección intracitoplásmica de espermatozoide [ICSI] y fecundación in vitro [IVF]).
  • La profilaxis antes y después de la exposición al VIH , en la que el miembro de la pareja sin VIH utiliza medicamentos antirretrovirales contra el VIH antes y después de las relaciones sexuales sin protección con el miembro con VIH. La intención es reprimir cualquier virus dentro del semen. Esta opción es sumamente experimental y solo ha sido respaldada recientemente y no es recomendable a menos que la pareja con VIH tenga una carga viral indetectable, o sea, no se detecta ningún virus en la sangre como consecuencia del tratamiento antirretroviral.

Cada opción tiene sus propios riesgos y costos. Solo algunos serán cubiertos por su seguro. Por lo tanto, es esencial evaluarlos cuidadosamente. Hable con su compañía de seguros acerca de qué opciones están cubiertas.

Orientación previa a la concepción

Otra consideración para la planificación familiar es la asesoría genética, en especial para:

  • Parejas en las que uno o ambos de la pareja tienen un trastorno hemorrágico.
  • Portadoras de hemofilia u otros trastornos hemorrágicos
  • Mujeres con un historial familiar de trastornos hemorrágicos pero que no saben si son portadoras
  • Mujeres con trastornos hemorrágicos graves

Comuníquese con su HTC y consulte a un asesor genético con mucha anticipación si piensa quedar embarazada. De esta manera no solo conocerá los riesgos para la mujer que tiene o es portadora de un trastorno hemorrágico, sino que también los riesgos del hijo de heredar cualquier trastorno, o de la hija de un padre con hemofilia de volverse portadora.

Los exámenes genéticos pueden determinar lo siguiente:

  • Estado como portadora de trastornos hemorrágicos
  • Nivel de factor de la madre
  • Mutaciones genéticas de la madre o padre con un trastorno hemorrágico

Tener esta información puede ayudarlo a tomar decisiones informadas con respecto al embarazo, el parto y el cuidado de sus hijos.

Manejo del embarazo

Algunas mujeres con trastornos hemorrágicos pueden tener menos episodios durante el embarazo. Esto se debe a que los cambios en el cuerpo durante el embarazo pueden generar un aumento en los niveles del factor von Willebrand (vWF), factor VIII y otros factores de coagulación en la sangre. No todas las mujeres con un trastorno hemorrágico serán afectadas y, especialmente, el factor IX no aumenta con el embarazo. Para averiguar más acerca de sus riesgos y opciones, consulte a un hematólogo y un obstetra que se especialice en embarazos de alto riesgo para formular un plan de manejo del embarazo.

Hable con sus médicos acerca de los posibles riesgos para el feto de los concentrados de factor derivado del plasma hechos de suero y qué riesgos de hemorragias enfrenta durante y después del parto. También debe hablar con su hematólogo acerca de si debiera recurrir a una cesárea para el parto. Debido a los riesgos de hemorragias en la cabeza en un hijo verificado con hemofilia o un hijo que se sospecha varón de una madre portadora, los expertos en los campos de hemorragia y obstetricia recomiendan la cesárea.

El Consejo Asesor Científico y Médico (MASAC) de la Fundación Nacional de Hemofilia tiene una recomendación que podría querer evaluar con su proveedor de atención médica: Documento MASAC #192

Directrices de MASAC para manejo perinatal de mujeres con trastornos hemorrágicos y portadoras de hemofilia A y B. El documento completo puede ser visto en el sitio web de la NHF.

Las siguientes son otras cosas que considerar a la hora de discutir el parto con su médico:

  • La cesárea es un proceso quirúrgico y puede requerir tratamiento para aumentar los niveles del factor antes de la operación.
  • Las herramientas de succión y fórceps no se deben utilizar si el feto sufre o tiene riesgo de hemofilia u otro trastorno hemorrágico grave.
  • La episiotomía innecesaria debiera evitarse pues puede resultar en hemorragias.
  • Manejo del dolor durante el parto: algunos métodos requieren cierto nivel de factor de coagulación.
Si desea obtener más información acerca de la planificación familiar para personas con un trastorno hemorrágico, vaya a Un paso adelante.