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¿Qué sucede cuando una persona sangra?

Cuando el cuerpo sufre una herida y empieza a sangrar, la hemorragia se detiene cuando se forma un coágulo. El proceso de varios pasos de formación de coágulos se llama coagulación. Cuando la formación de coágulos de sangre ocurre normalmente, la sangre se mantiene junta firmemente en el sitio de la herida.

Las personas que padecen un trastorno hemorrágico no forman coágulos fuertes rápido o no tienen la capacidad de formarlos.

Esta sección de Información básica sobre trastornos hemorrágico cubre:


¿Qué es un trastorno hemorrágico?

Un trastorno hemorrágico es una condición en la que una persona tiende a sangrar por más tiempo (no más rápido) antes de que se forme un coágulo de sangre para detener la hemorragia. La causa de un trastorno hemorrágico puede ser un defecto en los vasos sanguíneos o una anormalidad en la sangre. La anormalidad puede estar en los factores de coagulación de la sangre (proteínas llamadas factores de coagulación) o en las plaquetas.


¿Cómo se forma un coágulo de sangre?

La coagulación de la sangre (llamada coagulación) es el proceso químico complejo que controla la hemorragia. Este proceso usa hasta 10 diferentes proteínas (llamadas factores de coagulación de la sangre o factores de coagulación) que se encuentran en el plasma sanguíneo. Dicho de manera simple: este proceso de varios pasos cambia la sangre de líquida a sólida en el sitio de la herida.

La sangre está compuesta de varias células diferentes, especialmente: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, así como factores de coagulación. Estos y otros elementos flotan a través de los vasos sanguíneos en un líquido de color pajizo conocido como plasma. Normalmente, cuando un vaso sanguíneo se daña (por ejemplo, debido a una cortada en la piel o una herida interna), empieza a fluir sangre. El primer paso para controlar la pérdida de sangre es que el vaso sanguíneo se estreche (llamado constricción) de modo el flujo sanguíneo disminuya. En segundos, las pequeñas plaquetas llegan de prisa al sitio de la lesión y se agrupan alrededor de la herida. Atraen a otras plaquetas y ayudan a formar un tapón para cerrar la fisura en el sitio.

Cuando un vaso sanguíneo se daña, otros elementos llamados factores de tejidos se unen al proceso para ayudar a detener la hemorragia. Inician una reacción química que hace que los factores de coagulación produzcan fibrina, una substancia fuerte como una hebra que rodea el tapón plaquetario. Por último, el coágulo de fibrina toman la forma de una malla, la cual mantiene el tapón firme y estable. En los próximos días a semanas, el coágulo se hace más fuerte y luego se disuelve a medida que la herida sana.


¿Qué sucede cuando una persona padece un trastorno hemorrágico?

Las personas con hemofilia no pueden formar un coágulo firme de fibrina. Los primeros dos pasos (vea la Figura a continuación) para detener la hemorragia suelen funcionar normalmente en una persona con hemofilia: el vaso sanguíneo se estrecha y las plaquetas forman un tapón. Una persona con hemofilia tiene problemas cuando se necesita un coágulo de fibrina para detener la hemorragia. No tiene suficiente de determinados factores de coagulación para hacer el trabajo. Por esta razón, no se forma el coágulo de fibrina o es tan fino que no es lo suficientemente fuerte para detener la hemorragia.

Qué sucede cuando una persona tiene un trastorno hemorrrágico

 
 
 
 

Sin trastorno hemorrágico

Empieza la hemorragia

 
 
 
 
 
 

Se estrechan los vasos sanguíneos

 
 
 
 
 
 
 

Tapón plaquetario

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Coágulo de fibrina

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

trastorno hemorrágico

Empieza la hemorragia

 
 
 
 
 
 

Se estrechan los vasos sanguíneos

 
 
 
 
 
 
 

Tapón plaquetario incompleto; hemorragia continua

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Formación incompleta o retardada del coágulo de fibrina hemorragia continua