Top Toolbar

 

Salud emocional

Salud mental y calidad de vida

Entre el dolor articular crónico, los problemas médicos frecuentes y las visitas al hospital, las personas adultas con trastornos hemorrágicos son susceptible de padecer problemas de salud mental y emocional, incluyendo estrés y depresión. El envejecimiento en personas con trastornos hemorrágicos puede estar acompañado de emociones como rabia, miedo, frustración, dolor y angustia.

A medida que envejece, la pérdida de fuerza y el deterioro de las articulaciones pueden significar un aumento en la necesidad de tratamiento médico y visitas más frecuentes al hospital. Algunos desafíos físicos asociados al envejecimiento y los trastornos hemorrágicos incluyen: mayor riesgo de caídas y disminución en la capacidad de actividades diarias como vestirse, bañarse o usar medios de transporte; de igual forma, la pérdida de independencia que acompaña estos cambios de vida puede impactar la salud mental.


Auto aceptación

Las personas con trastornos hemorrágicos han tenido que resistir el estigma asociado con sus trastornos. Muchos hombre mayores con hemofilia han tenido que enfrentar el estigma de estar infectados con VIH o hepatitis C. A medida que envejecen, muchos son capaces de hacer una reflexión de las lecciones aprendidas de vivir con un trastorno hemorrágico y comparten estas experiencias y conocimiento con sus hijos y nietos. Además, los centros de tratamiento de hemofilia – CTH (HTCs por sus siglas en inglés) se encuentran cada vez mejor dotados para brindar servicios a los pacientes en todos los aspectos de sus vidas, a medida que se realizan más estudios para entender los problemas de salud física y mental que afectan a esta población.

Si tiene problemas de movilidad, aislamiento social o depresión, puede ser útil buscar asistencia médica por parte de enfermeras, terapistas físicos, trabajadores sociales y terapistas ocupacionales en su CHT.


Estrés

Los factores que causan estrés entre la población adulta con trastornos hemorrágicos son similares a los de la población general, pero con la complicación adicional de tener limitaciones físicas y condiciones de discapacidad que aumentan con la edad. De manera similar a la población general, las personas mayores con trastornos hemorrágicos tienen varias fuentes de estrés, entre los que se encuentran las relaciones, la familia, la profesión y las finanzas, y el dolor crónico.

La respuesta natural del cuerpo al estrés el liberal cortisol y otras hormonas del estrés, las cuales aumentan el riesgo de otros problemas de salud incluyendo depresión y enfermedad del corazón. Es difícil identificar el papel que tiene el estrés en la enfermedad del corazón con relación a otros factores de riesgo subyacentes. En hombres adultos con hemofilia, varios tipos de complicaciones cardiovasculares han sido identificadas como comorbilidades.

Debido a problemas de salud tanto física como mental que pueden derivar del estrés, es importante encontrar estrategias efectivas para manejar y minimizar el estrés. Se puede intervenir el estrés por medio de fisioterapia, medicación, manejo del tiempo, relajación y ejercicio de forma regular, todas estas intervenciones han mostrado una mejora en el funcionamiento y moral de las personas.

Personal del CTH puede brindarle métodos para hacer frente al estrés, entre los que se incluyen el desarrollo de programas para la buena nutrición, fomentar hábitos saludables de sueño y programas de acondicionamiento físico personalizado.