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Divulgación

GRUPO OBJETIVO:
ADULTOS
NIÑOS
 

Uno de los desafíos que enfrenta a las familias afectadas con un trastorno hemorrágico es cómo compartir la información con otros en la escuela. Algunos niños pueden ser muy abiertos acerca de su trastorno mientras puede que otros sean más privados.

Esta sección de Siguiente paso le ofrece guía a los padres para saber quién en el sistema escolar debería saber acerca del trastorno hemorrágico de su hijo y consejos y sugerencias a los jóvenes para hablar de su trastorno con sus compañeros.


Cómo informar a otros sobre el trastorno hemorrágico de su hijo

Uno de los mayores retos para alguien con un trastorno hemorrágico es la divulgación: dejar que las personas sepan sobre trastorno el trastorno hemorrágico de su hijo. Actualmente, está en una edad en la cual está afirmando su independencia, descubriendo su propia identidad y haciendo nuevos amigos. Va a querer integrarse con su nuevos compañeros, y esto afectará si decide informarle a sus amigos y compañeros de clase acerca de su trastorno hemorrágico y cómo es que lo hará.

Algunos niños son muy abiertos e informarán a sus amigos sobre su trastorno hemorrágico sin reparo alguno. Otros usan su conocimiento y experiencia con los trastornos hemorrágicos para trabajos de clase. Esta información puede formar parte de un gran proyecto de ciencias, informe de salud o ensayo personal. Otros niños buscan la privacidad total. Puede que solo quieran que la enfermera y administración de la escuela sepan, o pueden decirle solo a unos cuantos de sus amigos más cercanos.

Asegúrese de que su hijo sepa que respeta su decisión sobre la divulgación. Pero recuerde: es su responsabilidad decirle a ciertas personas acerca del trastorno hemorrágico de su hijo para mantenerlo seguro.

Sin embargo, al igual que las niñeras, personal de guardería, directores de escuela y maestros deben saber acerca del trastorno hemorrágico y qué hacer en caso de una emergencia, así lo necesitan los miembros del personal de la escuela intermedia y secundaria. Recuerde, su responsabilidad es asegurarse de que el personal de la escuela esté informado acerca del trastorno hemorrágico de su hijo en caso de una emergencia.