Top Toolbar

 

El tratamiento rápido es importante

Una vez que haya identificado que está experimentando un episodio hemorrágico, es importante tratarlo lo antes posible. Tras administrarle la medicación para el trastorno hemorrágico, ésta circulará rápidamente por el torrente sanguíneo. Esto permite a su cuerpo utilizarlo de inmediato para formar el coágulo sanguíneo necesario. Una vez formado el coágulo y detenida la hemorragia, su cuerpo empieza a reabsorber la sangre que se ha filtrado a los tejidos y articulaciones.

Sin un tratamiento rápido, la sangre sobrante puede acumularse en las articulaciones o los tejidos blandos y causar dolor e hinchazón que tardan más en desaparecer.

Si el tratamiento se administra poco después del inicio de la hemorragia, ésta se detendrá más rápidamente y será necesario reabsorber menos sangre. En caso de duda sobre la conveniencia del tratamiento, opte siempre por la precaución: En caso de duda, trate.  

Si desea más información sobre los distintos tipos de hemorragias, consulte la sección Identificación de los tipos de hemorragias.  

Aunque no todas las hemorragias se producen en las articulaciones, éstas son especialmente propensas a sufrir daños secundarios a los episodios hemorrágicos. El daño articular, que denominamos hemartropatía, se produce con mayor frecuencia a lo largo del tiempo por hemorragias repetidas en una articulación. Sin embargo, incluso las hemorragias articulares leves o las microhemorragias pueden provocar daños. El tratamiento precoz minimizará el riesgo de daño articular.  

Si desea más información sobre las hemorragias articulares y lo que puede hacer para limitar el daño a sus articulaciones, visite Protección de las articulaciones.

Regresar


Primeros auxilios

En general, los pequeños cortes y rasguños se tratan con las medidas habituales de primeros auxilios: limpiar el corte y luego aplicar presión y un vendaje adhesivo.   

Los cortes profundos o las hemorragias internas, como las que se producen en las articulaciones o los músculos, requerirán la administración de su medicación para trastornos hemorrágicos para ayudar a su cuerpo producir un coágulo de sangre firme y detener la hemorragia.  

Además, puede utilizar el acrónimo P.R.I.C.E. para tratar los episodios de hemorragia aguda. P.R.I.C.E. significa Proteger, Reposo, HIelo/compresas heladas, Comprimir y Elevar. Esto favorecerá los procesos de curación y disminuirá la sensación de dolor.   

Si desea más información sobre P.R.I.C.E., consulte este documento:

Para imprimir una copia de las instrucciones R.I.C.E. haga clic en.
Versiones en español estarán disponible pronto